Santo Domingo, República Dominicana
A 60 años de una de las gestas más significativas del siglo XX en la República Dominicana, la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), a través de su Facultad de Humanidades (FH), abrió un espacio de reflexión y análisis con la conferencia magistral del escritor e intelectual Andrés L. Mateo, quien abordó el tema: “¿Para qué sirvió la Revolución de Abril de 1965 en el orden social dominicano?”
La actividad formó parte del Primer Congreso Nacional de las Humanidades: La Guerra de Abril de 1965, celebrado en el Edificio de Alta Tecnología de la UASD, con la participación de autoridades académicas, docentes, estudiantes e invitados especiales.
Una mirada crítica al impacto social de la Revolución
El conferencista invitado, Andrés L. Mateo —Premio Nacional de Literatura 2004 y autor de una vasta obra literaria e histórica— ofreció una interpretación profunda de los procesos sociales que desembocaron en la Revolución de Abril y sus consecuencias a largo plazo en la estructura de poder y el pensamiento político dominicano.
“La revolución fue el resultado inevitable de una sociedad polarizada que emergió tras la dictadura de Trujillo. El país vivía entre extremos: grandes fortunas y extrema pobreza, sin puntos intermedios”, afirmó Mateo.
Según el escritor, la salida del régimen trujillista dio paso a una transformación estructural que incluyó la aparición del capital financiero, el crecimiento del sector bancario, la migración del campo a la ciudad, la creación de nuevas universidades y el surgimiento de una pequeña burguesía con capacidad de liderazgo.
Nuevas ideologías, nuevos liderazgos
Mateo subrayó que el contexto revolucionario estuvo marcado por la introducción de nuevas corrientes de pensamiento político y filosófico, entre ellas el marxismo, el socialcristianismo y distintas teorías económicas que enriquecieron el debate nacional.
“La superación de la visión hegeliana de la historia y la llegada de ideas transformadoras crearon las bases para una conciencia crítica colectiva”, explicó.
El conferencista también analizó el rol de los principales líderes políticos del periodo posterior a la revolución: Joaquín Balaguer, con un liderazgo conservador ligado al poder económico; Juan Bosch, con una propuesta pedagógica inspirada en la Constitución de 1963; y José Francisco Peña Gómez, impulsor de un liderazgo de masas con tintes mesiánicos.
Un hecho histórico con resonancia vigente
Durante la apertura de la conferencia, el decano de la Facultad de Humanidades, Gerardo Roa Ogando, destacó la importancia de la Revolución de Abril como uno de los momentos más trascendentales del siglo XX dominicano.
“Con este congreso no solo honramos la memoria de quienes participaron en la gesta, sino que reafirmamos el papel de las humanidades como herramienta para entender nuestra historia y nuestro presente”, expresó Roa Ogando.
El evento fue recibido con gran interés por la comunidad universitaria y se enmarca dentro de las actividades conmemorativas del 60 aniversario de la Revolución de Abril, con el objetivo de promover el pensamiento crítico, la memoria histórica y el debate académico en torno a este acontecimiento que marcó un antes y un después en la historia contemporánea de la República Dominicana.