El antiguo pabellón de Seattle, en el estado estadounidense de Washington, en el que durante décadas jugó el ahora desaparecido equipo de baloncesto Seattle SuperSonics, pasó a llamarse «Pabellón Compromiso Climático», informaron este jueves desde Amazon, propietario de sus derechos de denominación comercial.
El estadio antes conocido como KeyArena, que albergó por última vez un partido del histórico equipo de la NBA en 2008 -antes de que la franquicia se trasladase a Oklahoma City- se encuentra actualmente en reconstrucción, y a partir de 2021 se convertirá en «casa» del nuevo equipo local de hockey sobre hielo de la NHL, aún sin nombre oficial.
Amazon, con la sede en Seattle, adquirió los derechos de denominación comercial («naming rights», en inglés) por una cuantía sin desclasificar y optó por nombrar el pabellón «Compromiso Climático» («Climate Pledge Arena»).
«En lugar de llamarlo Pabellón Amazon, lo hemos bautizado Pabellón Compromiso Climático, para que sea un recordatorio habitual de la necesidad urgente de tomar medidas sobre el clima», indicó en su cuenta de Instagram el fundador y consejero delegado de Amazon, Jeff Bezos.
Amazon también anunció un acuerdo con el futuro equipo de hockey sobre hielo y la firma de inversión Oak View Group para convertir el renovado estadio en «el primer pabellón certificado con cero emisiones netas de carbono del mundo».
Según Bezos, el Pabellón Compromiso Climático no generará ningún residuo en sus operaciones y celebración de eventos, se proveerá de agua de lluvia reutilizada para generar el hielo de la pista y funcionará exclusivamente con energías renovables.
A principios de enero, cientos de trabajadores de Amazon, desde ingenieros de software a analistas de negocio, desafiaron públicamente a la compañía y criticaron su política climática, pese a que, según ellos, la empresa había amenazado con despedir a quien se saltase sus protocolos de comunicación.
En una entrada en la plataforma Medium titulada «Los empleados de Amazon compartimos nuestras opiniones sobre el negocio de la empresa», impulsada por el grupo de trabajadores de la compañía «Por la Justicia Climática», los firmantes denunciaron la que, a su juicio, es «la hipocresía» de la firma que dirige Bezos.
«Es inadmisible que Amazon siga ayudando a la industria del petróleo y del gas natural a extraer combustibles fósiles mientras trata de silenciar a los empleados que queremos alzar la voz», lamentó Amelia Graham-McCann, analista de negocio senior y una de las firmantes.
Desde entonces, la empresa de Seattle ha incrementado las inversiones tanto en la lucha contra el cambio climático como en su imagen de empresa comprometida en este ámbito, y el martes anunció la creación de un fondo dotado inicialmente con 2.000 millones de dólares que se invertirán en compañías cuyos productos o servicios «faciliten» la transición a una economía de baja emisión de gases de efecto invernadero.
