Playas de ensueño, ecoturismo, cultura y hospitalidad: descubre por qué este destino es uno de los más completos del Caribe
La Romana, República Dominicana – Con aguas cristalinas, playas de arena blanca, una infraestructura hotelera de clase mundial y una propuesta cultural y ecológica única, La Romana–Bayahibe se consolida como uno de los destinos turísticos más atractivos del Caribe. Situado en la región Este de República Dominicana, este enclave combina lo mejor del turismo de sol y playa con experiencias de naturaleza, aventura y sostenibilidad.
A continuación, te presentamos las principales razones por las que deberías elegir La Romana–Bayahibe para tus próximas vacaciones, así como el potencial que posiciona esta zona como líder en el turismo dominicano.
1. Playas reconocidas entre las mejores del mundo
Bayahibe ha sido premiada en múltiples ocasiones por la calidad de sus playas y la gestión ambiental que se realiza en ellas. Playa Dominicus fue la primera playa del Caribe en recibir la Bandera Azul por su limpieza y servicios. El mar cálido y sereno de esta costa es perfecto para el baño, el snorkel o simplemente relajarse con vistas paradisíacas.

2. Acceso a islas emblemáticas: Saona y Catalina
Desde Bayahibe zarpan excursiones diarias hacia Isla Saona y Isla Catalina, dos joyas naturales del Parque Nacional Cotubanamá. Estas islas son famosas por sus piscinas naturales, su vida marina y sus playas vírgenes. Son paradas obligadas para turistas que buscan contacto directo con la naturaleza en un entorno protegido.

3. Infraestructura turística moderna y sostenible
La zona cuenta con más de 5,800 habitaciones hoteleras activas, resorts todo incluido, hoteles boutique y opciones de alojamiento ecológico. A esto se suma una ocupación promedio superior al 80% y una alta tasa de satisfacción entre los visitantes. La Asociación de Hoteles La Romana–Bayahibe (AHRB) trabaja activamente en el ordenamiento territorial, la gestión de residuos y la conservación de los recursos naturales.
4. Destino ideal para ecoturismo y turismo de aventura
Además del mar, La Romana–Bayahibe ofrece rutas de senderismo, observación de aves, espeleología en cuevas precolombinas, y actividades como kayak, buceo y bicicleta de montaña. El Parque Nacional Cotubanamá, con más de 430 km² de biodiversidad terrestre y marina, permite explorar manglares, manantiales y yacimientos arqueológicos taínos.

5. Oferta cultural y gastronómica única
Desde la aldea artística de Altos de Chavón —inspirada en una villa mediterránea del siglo XVI— hasta las tradicionales fiestas patronales de Bayahibe, el destino tiene una oferta cultural rica y diversa. Además, la gastronomía local fusiona sabores criollos con cocina internacional, siendo el pescado fresco y los mariscos parte esencial de la experiencia culinaria.
6. Conectividad aérea y portuaria privilegiada
El Aeropuerto Internacional de La Romana (LRM) recibe vuelos chárter y regulares desde Europa, América del Norte y el Caribe. Además, el Puerto de La Romana es un importante punto de llegada de cruceros turísticos, con más de 400,000 cruceristas al año que tienen acceso inmediato a las atracciones del destino.

7. Compromiso con el turismo responsable
El trabajo conjunto del sector privado y organizaciones como el Clúster Turístico La Romana–Bayahibe (CTRB)promueve una visión sostenible del desarrollo turístico. Esto incluye la educación ambiental en comunidades, el impulso de empleos locales —más de 43,000 empleos directos e indirectos— y programas de integración social.
La Romana–Bayahibe no es solo un lugar para vacacionar, es un modelo de desarrollo turístico sostenible que mira al futuro sin perder su esencia. Para quienes buscan descanso, aventura, cultura y contacto con la naturaleza, este destino lo tiene todo.
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