Spa Virginia ha remodelado sus instalaciones y cuenta con nueva carta de tratamientos de belleza, donde el agua sigue siendo su elemento más importante.
Este spa no solo fue el primero en abrir allá por los años 90, sino que ha ido renovándose tanto en sus espacios como en tratamientos con esa profesionalidad que siempre ha caracterizado a su fundadora, doña Virginia Dalmau.
Pionera también en tratamientos faciales, desde el año 1963, cuando Casa Virginia tenía su local en la calle Palo Hincado, Virginia Dalmau comenta que entre los tratamientos más innovadores que han incorporado a su catálgo figura la radiofrecuencia, la renovación celular y el oxígeno, uno de los más demandados en estos momentos.
De la mano de la especialista en diseño y decoración arquitectónica, Claudia Díaz, del Grupo Amberes, Spa Virginia ha concentrado su última renovación en un concepto más minimalista, vanguardista y moderno, con colores neutros, sin olvidar nunca ese sonido del correr del agua que transmite paz y que va relajando a medida que uno se interna en este centro.
“Uno de los espacios que más nos gusta es el túnel, el pasillo que lleva a las cabinas, el cual te cambia: entras por él desbaratada y sales renovada y llena de energía”, relata la fundadora de Spa Virginia.
Si a esto se añade un recibimiento con un delicioso té de chinola y canela, un personal exquisitamente entrenado y actualizado en las últimas técnicas y su veteranía desde 1963, la experiencia no puede ser más positiva y renovadora para entregarse al poder de la relajación.
Si lo que se busca es una mañana o tarde de rélax todas las señales guían a Spa Virginia. Ella misma recomienda este combo, ya sea para hombres o mujeres, para una escapada beauty: “primero, una hidroterapia porque eso me calma; seguiría con una exfoliación corporal para eliminar las células muertas del cuerpo; continuaría con un masaje con piedras volcánicas para salir aún más relajada; y terminaría con una envoltura de chocolate para hidratar la piel”.
Desconectarse del estrés cotidiano, reparar la piel o consentirse porque sí, todo es posible en Spa Virginia.