La oferta turística puede incluir la visita a hogares de familias locales y actividades de senderismo y de aventura. Entre las actividades de recreación se organizan ocasionalmente tambien festivales y ceremonias tradicionales.
Con sus pimentosos merengues, el Conjunto Quisqueya aporta mucho a la alegría de nuestra población. Uno de sus amistosos integrantes, Javish Victoria, añade otro gran aporte con su programa sabatino de televisión “Mi pueblo por dentro”. Fue gracias a una de sus recientes ediciones que conocimos la encomiable iniciativa de Hondo Valle, un municipio de ensueño de la provincia Elias Piña, al intentar desarrollar un proyecto de turismo comunitario. Este es un buen ejemplo de cómo, con apoyo del MITUR, ese tipo de proyecto puede enriquecer el producto turístico nacional.
Los proyectos de turismo comunitario son escasos a nivel mundial. Se caracterizan por ser emprendimientos solidarios y sostenibles, cuyo actor protagónico es la comunidad que sirve de anfitriona. Ella concibe su diseño y gestiona los diferentes componentes y actividades. Su enfoque es en la cultura local y en la relación de la comunidad con la naturaleza. Busca mejorar el desarrollo socioeconómico de la población local y, por lo general, se basa en la equidad en la distribución de los beneficios locales. Las facilidades y atractivos que lo sustentan varían dependiendo de lo que ofrezca cada proyecto y su entorno.
Hasta ahora el mencionado proyecto de Hondo Valle ha logrado muy escaso desarrollo. Ha sido bautizado con el sugestivo nombre de “Loma de la Bandera”, tanto porque su centralidad es el paisaje natural de su cercana estribación montañosa como porque fue en la comarca por donde entró al país Francisco del Rosario Sánchez desde Haití durante la Guerra de la Restauración. Los organizadores del proyecto contaron a Javish cómo los entusiastas comunitarios se entregaron a la tarea de concebir y desarrollar un proyecto ecoturístico que aprovechara el paisaje de esa montaña y la cultura local.
Todavía “Loma de la Bandera” no pasa de ser un oasis dentro de una zona de frondosa vegetación, decorado con letreros y pinturas algo desgastados. Enfrenta desafíos como la falta de infraestructura adecuada, promoción limitada y escaso apoyo institucional, lo que ha dificultado su desarrollo y posicionamiento como destino turístico. Las pocas y frágiles facilitades no incluyen alojamientos ni comedores. Pero la oferta turística puede incluir la visita a hogares de familias locales y actividades de senderismo y de aventura. Entre las actividades de recreación se organizan ocasionalmente tambien festivales y ceremonias tradicionales.
La inspiración de los comunitarios de Hondo Valle surgió del conocimiento de otros proyectos similares en la geografía nacional. “Rancho el Sonido del Yaque”, considerado el primer proyecto de turismo comunitario del país, ofrece experiencias ecoturísticas que incluyen recorridos por el río Yaque del Norte, promoviendo la conservación ambiental y el desarrollo sostenible de la comunidad local. Pero el más exitoso y rentable de todos es el conocido como “Los Saltos de Damajagua”, el cual está gestionado muy eficientemente por los guías locales. Ofrece los charcos naturales, cascadas y toboganes del rio Damajagua. Sus actividades incluyen senderismo, aventura y natación. Otros proyectos ecoturísticos comunitarios digno de destacarse son: Jamao Ecotours, Monción y la Ruta del Casabe y el Grupo Ecológico de Montecristi.
Algunos de estos proyectos exitosos han sido reconocidos por el MITUR. Especial atención han recibido aquellos proyectos ecoturísticos comunitarios que han sido apoyado por la Agencia Japonesa de Cooperación (JICA). Pero debido a diversos factores, otros proyectos no han logrado alcanzar un desarrollo pleno, tal y como es el caso de Loma de la Bandera. Otros que están a la espera del impulso desarrollista son el Parque Mirador Manantiales del Cachón de la Rubia y el proyecto de Turismo Comunitario de Pedernales. Todos requieren una planificación integral, inversion en infraestructura, capacitación de las comunidades y estrategias de promoción.
El modelo de turismo comunitario permite a las comunidades locales beneficiarse directamente de la actividad turística, promoviendo la conservación del medio ambiente y la preservación de la identidad cultural. Naturalmente, la importancia de que las autoridades turísticas presten atención y apoyo a este tipo de proyecto se desprende de la necesidad de diversificar nuestro producto turístico. Este canal de diversificación es particularmente relevante en vista de que los turistas del mercado turístico internacional muestran un creciente interés en experiencias auténticas y sostenibles. Además, muchos dominicanos de la diáspora desean reconectar con sus raíces a través de experiencias turísticas en sus comunidades de origen.
Otro renglón muy importante de la demanda por los servicios de este tipo de proyecto se trata de los mismos nacionales. El turismo interno está cobrando gran importancia y el MITUR lo ha reconocido con su programa Turismo en Cada Rincon. Sin embargo, en este programa la promoción se concibe como eventos en diferentes puntos del pais. Lo que le falta es un esfuerzo de articulación entre estos eventos y los resorts de playa desde donde se extraigan participantes extranjeros. Es el mismo tipo de reto que confrontan los proyectos de turismo comunitario.
Es hora pues de que el MITUR establezca un departamento de turismo comunitario como parte de su estrategia de fortalecimiento del producto turístico nacional. La asesoría sobre planificación, capacitación y desarrollo de infraestructura y facilidades no sera un desafío muy engorroso. Donde está el mayor reto es en la articulación de los proyectos con el turismo del todo incluido en los resorts de playa. Se requerirá que el MITUR persuada a los turoperadores y cadenas hoteleras a que incluyan la visita de estos proyectos en sus paquetes turísticos. La persuasión podría ser más efectiva si los incentivos fiscales se atan a esa incorporación. La derrama económica subsecuente es un objetivo nacional de desarrollo turístico.