Una ocasión propicia para celebrar el trabajo de ocho años de esfuerzos, el centro de belleza Arismar, junto a amigos, clientes y relacionados, agradeció la presencia y apoyo de los presentes.
La propietaria Cristina Munoz, desde muy joven estuvo inclinada a cultivar la belleza de la mujer y porque no, a sacarle partido al potencial que toda mujer lleva en su rostro. Así inicia una joven emprendedora, que luego de laborar por más de 10 años en su natal San Francisco, decide hacer carrera en la ciudad, es así como llega a posicionarse en el gusto de las damas, que confiaron en su profesionalismo, pero sobre todo en su técnica vanguardista, a la hora de tratar una cabellera.
La encargada dijo, que para ella no hay días feriados, días libres, todos los días estoy en mi centro, laborando porque es lo que me llena, y siento una gran satisfacción cuando veo la cara de una clienta sonriente, a la hora de salir de mi espacio de belleza.
Agradeció el apoyo de “mi esposo, hijas, que han sido el soporte y parte estructural de este proyecto, que gracias a ellos puedo dedicarme plenamente a lo que amo, brindando cada día un poco de mí, a mis fieles clientes”.
Asimismo destacó que el éxito no es solo de ella, sino del equipo de trabajo que tiene, el cual se mantiene al tanto de las últimas tendencias, actualizándose, capacitándose para ofrecer al público, un servicio de calidad incuestionable.
Durante la celebración los invitados, clientes y familiares destacaron que Arismar, no es un centro de belleza más, es un espacio que te acoge y transforma tu imagen positivamente.